LIBRAMIENTO NORTE / Hurtan blusa juvenil, ensangrentada, pero perfumada

Con un abrazo cariñoso, para cubrir la desnudez parcial de la jovencita que benévola se quitó la blusa para limpiar al lesionado, su amiga agradece el buen gesto. La ambulancia parte llevándose al herido, el padre parte llevándose la moto y un hombre sale furtivamente, llevándose como recuerdo la singular blusa juvenil.

-      Mejor le hubieras dado para su taxi

Grita molesto el jovencito, hermano del lesionado. Su padre recién llegó al lugar y también le habla fuerte al muchacho que yace de bruces sobre el asfalto.

“Ya viste, estás frente a la Procu, es la segunda vez que te accidentas con la moto”. Los paramédicos no cesan en el auxilio. La ambulancia 428 llegó oportunamente. Con el inicio de la colecta, han mostrado más disposición para atender las emergencias.

A un lado del joven herido está una moto marca Itálika, color rojo, placas D7KC9, de Chiapas. Rebotó contra el camellón central, cuando iba veloz de poniente a oriente sobre el carril de alta, en el libramiento Norte de Tuxtla Gutiérrez. Un auto que al parecer le cerró el paso a la moto, obligó al joven a pegarse al camellón.

A pesar de llevar casco de protección, el motociclista golpeó su rostro. Tres jóvenes que charlaban en el atrio de la Fiscalía General del estado, corrieron a lado del lesionado. Una jovencita no dudó en quitarse la blusa color rojo y con ella limpiar la sangre que brotaba del rostro del joven. Sin inmutarse por quedar solo con el Jumper que dejaba ver su prenda interior, la señorita estuvo pendiente del joven lesionado, junto a él. Todos creyeron que era su novia.

La ambulancia partió con el lesionado a bordo. El padre del herido se acercó al policía de Tránsito Municipal, le susurró algo al oído, levantó la moto golpeada, se montó, la encendió y partió. No pagó arrastre de grúa, mucho menos multa. Al parecer es policía municipal o amigo de éstos.

Todos, curiosos y rescatistas, partieron. Sobre el asfalto había quedado la blusa roja, con sangre, pero aún con el perfume de la señorita amable. Una mano masculina tomó la prenda y la llevó.

La jovencita se cubrió el pecho con una mochila. Su amiga la abrazó para darle calor, agradecerle su buen gesto y a la vez cubrir la desnudez parcial.