TUXTLA / Tromba daña casas, pero resalta valores

El Centinela

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Onde va uste a cree. Mi abuelita es bien evangélica. Llega a la iglesia y jamás se quedaría con algo. Lo vamos a devolver. Es de doña Candita.

La que habla es una jovencita, que llamó a Protección Civil Municipal. Se refiere a su abuelita Nivia Herrera Vera, con domicilio en Caoba y Laureles, de la colonia Patria Nueva.

“Lo bueno que estaba yo adentro y que no cayó en el patio, sino capaz y me descabeza”, exclama la mujer de la tercera edad, sonriente, mientras uno de los elementos de Protección Civil Municipal bajan del árbol y del techo, las hojas de láminas de zinc, que el viento arrancó del techo de Candelaria, quien vive en la avenida Sabinos.

“Fue un relajo. La lámina de doña Candita se vino a casa de mi abuelita Nivia. La de Don Rigo se fue a otro lado. La de don Germán se fue a casa de Rigo. Va costa para que cada quien recupere su lámina. Pero la gente es honesta”, dice la joven. Y no se equivoca. Ante la adversidad, surge la solidaridad y resurgen los valores dormidos.

La joven no duda un instante y va a la casa de Candelaria, a decirle que sus láminas están en casa de su abuelita.

La patrulla con número económico 0167, de la Policía Estatal, se detiene sobre la avenida Palmas y calle Primavera en la colonia 13 de Julio. El elemento observa la vía tapada por un árbol caído y constata que todo esté bien. En la Manzana H Lote 7, Lupita aún sigue temblando.  Estaba sentada afuera de su casa (es discapacitada), cuando cayó el enorme árbol cerca de ella.  Espera la ayuda de Protección Civil, pero demoran en llegar. Es que hay mucho trabajo y pocos elementos.

En una humilde casa ubicada en la avenida Arboledas y Nogal,  también voló el techo de lámina, explica Jorge Alberto Herrera. Una mujer sale de la casa y nos invita a pasar. Es Ángela Álvarez. Llora mientras señala el techo sin láminas, ahora cubierto con una lona que vecinos solidarios colocaron. Angela llora de tristeza porque  no tiene alas como  los ángeles para remontar el vuelo y huir de esta agobiante realidad. Llora de gratitud por los vecinos solidarios. Y pide ayuda con nuevas láminas y mano de obra.

Cerca de allí, se detiene la ambulancia número 610 y descienden de ella paramédicos de la Cruz Roja Mexicana. Valoran a una mujer que le cayó una viga de su casa, tras el fuerte viento y lluvia de esta tarde. La mujer estaba acostada  dentro de su casa en la Avenida Villaflores de la colonia Comitán. El madero le cayó sobre el abdomen. Aun así no quiso ser trasladada.

Otro árbol caído reventó cables en la esquina de Sándalo Sur y Laurel Poniente de la colonia Patria Nueva. Dejó sin energía eléctrica a media colonia.

En el Cobach 13 un árbol cayó sobre un techado de lámina. Y en el CBTis 144, sobre el bulevar Fidel Velázquez, el viento levantó el techo de  láminas mientras los alumnos estaban  en clases. Hubo crisis nerviosa generalizada.

Pero la parte más crítica fue en la Circunvalación Los Tamarindos del fraccionamiento La Ilusión. El agua subió tan alto que varios vecinos subieron a los techos de su casa, para no ser llevados por la corriente.

En dicha vía, en la casa número 119, totalmente anegada, la familia afectada quedó en la calle, literalmente. Urge ayuda de Protección Civil Municipal. Perdieron casi todas sus cosas. El nivel del agua superó un muro construido de un metro.

Cerca de ahí, la familia Ortiz Silvano también resultó afectada por su casa inundada en la avenida Naranjo y Sospó, de La Ilusión.

Lodo y oscuridad se observaron por doquier en La Ilusión. Autos varados en diversos sitios, complicaron la circulación, pero se observó a policías y ciudadanos apoyando a empujarlos. La tromba fue desastrosa, pero sacó mejor de las personas.