Estaba oscuro y el lazo colocado para evitar la circulación, fue imperceptible para el joven motociclista. La caída y golpe en la parte occipital del cráneo, fueron fatal. De la luz a la sombra y... gracias a un RCP bien aplicado, de las sombras a la luz.
La motocicleta marca Yamaha, color amarillo con negro, avanzaba de sur a norte sobre la Calle Central de Tuxtla Gutiérrez. Era alrededor de las 22:00 horas del martes.
El joven conductor no se percató que en la esquina de la 18 Sur, estaba un lazo atravesado. Entre la 17 y 18 Sur, barrio San Francisco de Tuxtla, había un velorio.
Y el lazo se enredó en el cuello del motociclista y lo derribó. La parte occipital del cráneo dio contra los adoquines. Y la oscuridad de la muerte se cirnió sobre el joven caído.
Los testigos llamaron al 911. Al lugar acudió primeramente el Grupo Radio Alfa, cuyos paramédicos Jonathan Villafuerte Gamboa y Eder Alberto López Tercero valoraron al lesionado y lo hallaron sin signos vitales. Comenzaron, entonces, a dar Reanimación Cardio Pulmonar (RCP).
El trabajo fue completado por el paramédico Alejandro Moreno, delegado del Grupo Carch, que consiguió hacer volver al joven del paro Cardio respiratorio. Ya reanimado, el motociclista fue trasladado en la ambulancia PCA 04 de Protección Civil Municipal al hospital Gilberto Gómez Maza.
Lamentablemente a causa del severo traumatismo cráneo encefálico, el joven dejó de existir poco después cuando recibía tratamiento en el nosocomio, según se informó. Un velorio provocó otro velorio.
De todas las veces que se ha aplicado RCP en Tuxtla, es una de las pocas veces que se consigue reanimar a un muerto.
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