TUXTLA / TAXISTA BOLO CHOCA, HUYE Y SE ESCONDE EN EL PEOR LUGAR... FRENTE A LA CASA DEL AGRAVIADO

Para ahogar las penas por la falta de pasaje, el chafirete comenzó a ingerir cervezas en lata. Y así, sin medir las consecuencias de su errada acción, siguió prestando el servicio público. Bajo los efectos del alcohol, con los reflejos disminuidos, provocó un accidente vehicular. Huyó.

Noche del sábado. Ya no era como antes, cuando fines de semana y sobre todo quincena, eran días "buenos" de mucho pasaje. El taxi tipo Tsuru con número económico 0760 y placas 5694 BHG circulaba de poniente a oriente sobre el libramiento Sur, cuando en el semáforo del bulevar Pablo Salazar, impactó por alcance a un coche.

El automóvil marca Suzuki tipo Swift color cereza, placas de Chiapas, modelo 2020, fue proyectado hacia adelante. Quedó con la parte trasera sumida y el automovilista aturdido, se orilló para reponerse del golpe sorpresivo. No supo ni quién lo golpeó.

Fue una camioneta conducida por un policía federal franco, que persiguió al taxi que se escapó. La unidad chocada llegó a la avenida Palmar 1 y luego ingresó al fraccionamiento Los Olivos.

El perseguidor ingresó a la calle Aceitunas, pero al ver que el taxi estaba en Los Olivos dio la vuelta y alcanzó al taxista que se acorraló sólo.

Y es que en dicho fraccionamiento la avenida Mangos y Fresas es una privada. El taxista ya no pudo escapar. Se le apagó el taxi y bajó trastabillando. Estaba ebrio. Dentro de la unidad de transporte había latas con cerveza.

El policía vestido de civil encaró al taxista que pidió "chance" de hablar con su patrón. Los vecinos ya habían salido a la calle para ver el incidente. El taxi, sin luz, había entrado a la colonia a toda velocidad y molestos querían linchar al chafirete. Luego se enteraron que el taxi había causado un choque, pero no sabían con qué auto.

En un descuido, mientras el taxista fingía hablar por teléfono y buscar el nombre de la calle, se dio a la fuga a pie. El policía quiso seguirlo a pie, pero iba con chanclas y se le reventó. Al correr descalzo su dedo gordo del pie se lastimó. Y se detuvo. El taxista se dio a la fuga

Tiempo después arribó al lugar un coche marca Suzuki tipo Swift color cereza, nuevecito que pocos habían visto en la colonia. El conductor descendió sorprendido al ver a la gente que rodeaba el taxi. Él nada sabía.

El policía de civil le dijo que era el taxi que lo había golpeado, pero el taxista había huido. El conductor agraviado sonrió. "Je, y dónde se vino a meter". El taxista, tratando de huir para no pagar el golpe del auto nuevo, se fue a meter a la colonia donde vivía el agraviado. Es más se quedó casi frente a su casa.

La Policía de Tránsito Municipal llegó muy demorada al lugar para deslindar responsabilidades. También llegó el dueño del taxi.

Los vecinos muy molestos porque el taxista entró veloz y pudo haber atropellado a un niño (siempre juegan confiados por ser privada) prevén instalar una pluma a la entrada.