La delincuencia parece pagar bien, pero cobra muy caro la factura delictiva. Así lo comprobó Gerónimo “N”, luego de secuestrar a una persona, entre cuatro personas. Cobraron un rescate de 100 mil pesos. Ahora el detenido y recluido pasará 50 años tras las rejas. Además deberá pagar una multa de cuatro mil días de salario. Sin duda está arrepentido.
El delincuente siempre busca obtener una mayor recompensa y evadir el castigo. Esta vez ocurrió a la inversa para Gerónimo “N”. Aliado con tres personas más (delincuencia organizada) planearon secuestrar a una persona. Interceptaron a la víctima de iniciales M.P.R. que transitaba a bordo de su automóvil sobre el tramo carretero Tunapaz a Jetjal, municipio de Chilón.
Con uso de violencia física se llevaron a la víctima a una casa de seguridad. Exigían a la familia la cantidad de tres millones de pesos. Pero al ver que no reunían ni la décima parte, decidieron aceptar los 100 mil pesos a cambio de liberar a la víctima.
Las investigaciones policiacas posteriores permitieron saber que Gerónimo “N” era coautor material de secuestro, cuya labor consistió en privar de la libertad a la víctima, así como cuidarla durante su cautiverio.
Tras ser detenido y vinculado a proceso, Gerónimo se fue para atrás al escuchar por parte del Juez de Enjuiciamiento de Ocosingo, la sentencia condenatoria por secuestro agravado cometido en contra de la víctima de iniciales M.P.R: 50 años de prisión y multa de 4 mil días, algo así como 564 mil pesos.
Haciendo cuentas frías y si la matemática no miente, la delincuencia parece pagar bien, pero cobra muy caro la factura delictiva. Gerónimo recibió 25 mil de los 100 mil pesos cobrados por el rescate. Pero pagará 564 mil pesos; es decir, sale perdiendo 539 mil pesos. Además 50 años de cárcel.
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