TUXTLA/ Empresarios de limpieza con la conciencia muy sucia

• Violan los derechos laborales de los trabajadores, incurriendo en explotación laboral, negando prestaciones sociales

Su razón social dice que es una empresa de limpieza, “pero los dueños deben tener la conciencia muy sucia: violan los derechos laborales de los trabajadores, incurriendo en explotación laboral, negando prestaciones sociales y limitando nuestras garantías, a cambio de un bajísimo sueldo”, acusaron los afectados.

El hombre carga la cubeta con agua en una mano y el trapeador en la otra. Lleva la cabeza baja. Mira el piso, pero no para evaluar su trabajo, sino porque va meditando. Le preocupan varias cosas. Él es un trabajador de la empresa denominada “Servicios Integrales Medi Master Limpieza”. Presta sus servicios en el hospital general “Gilberto Gómez Maza”.

Una de sus preocupaciones es el bajo sueldo, mil 600 pesos quincenales, 106 pesos diarios; es decir, ni siquiera cumple con lo estipulado por la ley. La Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) informó que a partir del 1 de enero de 2021, el salario mínimo aumentaría de 123.22 a 141.7 pesos diarios. Con este tabulador, el trabajador con salario mínimo debería percibir dos mil 125 pesos. Y eso es lo que molesta y lleva a estar pensativo al empleado de limpieza. Eso lo desmotiva.

“Deben aumentarnos el sueldo”, dice. Y aunque no sabe cuánto cobra la empresa al gobierno del estado por el servicio de limpieza, está seguro que es más de doble de lo que gana él. Es la ley del embudo.

Como su compañero, una mujer también luce pensativa. “Estamos en un área de riesgo”, dice. Es que les toca entrar a zonas de altos contagios para hacer limpieza. “Pero no tenemos seguro social, no hay prestaciones como Infonavit. Si nos enfermamos debemos pagar medicinas y consultas por nuestra cuenta. Algunos vamos al Dr. Simi o farmacias del Ahorro, lo más barato o gratis porque no alcanza nuestro sueldo”, asegura.

Un tercer trabajador agrega que la jornada laboral es extenuante: 12 horas de trabajo, por 106 pesos diarios. Otra violación a la Constitución que estipula jornadas de ocho horas diarias.

Para colmo de males, los trabajadores son obligados a dejar su celular. Según para no distraerse de sus labores, pero es para evitar que documenten las violaciones laborales y los riesgos a que están expuestos. Así, les han negado la posibilidad de estar conectados durante 12 horas con su familia. “A veces hemos tenido emergencias en casa y no nos pueden llamar porque no tenemos cómo contestar. Eso es peor que cárcel”, concluyeron.