TUXTLA / KEVIN PERDIÓ LA VIDA Y SU AMADA GUITARRA

  

• Todos podemos ayudar a encontrarla y darle un poco de alegría a la madre angustiada.

El dolor que sufre la madre de Kevin es inenarrable, sin parangón. No hay palabras para darle fortaleza. Su alma, su mundo están hecho trizas. Su hijo era una extensión de su vida, su vida misma. Ahora sin él, el vacío es imposible de llenar. Y si bien nada puede sustituir el lugar del hijo amado que partió de este mundo, hay algo que para la apesadumbrada madre significa mucho: la guitarra de Kevin, pero ésta también se perdió esa fatídica madrugada de viernes. Todos podemos ayudar a encontrarla y darle un poco de alegría a esta madre angustiada.

Con 21 años y toda una vida por delante, Kevin Medina era un chico alegre, saludable, soñador, visionario. Escribía canciones que tocaban su alma y que movían sus dedos para acariciar las cuerdas de su inseparable guitarra. Después de su madre, su padre, su abuelo y su hermanita menor, era lo que más amaba, pues pasaba mucho tiempo con ella.

De familia humilde, Kevin cantaba en fiestas donde lo contrataban. Esa madrugada del viernes 11 de junio, volvía de uno de esos eventos. Había cantado con sentimiento, con el alma, con todo el corazón, como si esa noche fuera la última. Y lo fue.

Colocó su amada guitarra en el sillón trasero de su Vochito color blanco, y se encaminó a casa. Al ir sobre el libramiento Norte poniente, perdió el control de su Vocho, se impactó en el muro, giró… perdió la vida. Y su amada guitarra, también.

La familia busca esa guitarra. No es tanto el valor comercial lo que les importa, sino el valor estimativo. Significaba mucho para Kevin, significa muchísimo para sus padres, pues es uno de los objetos amados por la familia y fue lo último que Kevin tuvo entre sus manos antes de abordar su auto.

Tener la guitarra de Kevin y abrazarla, será un bálsamo consolador para la madre que no halla consuelo por ahora. Por eso su urgencia de hallarla, por eso familiares y amigos piden el apoyo de este humilde medio para publicar la solicitud, por eso recurren a la bondad de la gente para compartir.

De la manera más atenta, la familia de Kevin ruega a quien tenga la guitarra se la entreguen, por favor. Si la venden, el dinero que les den por ella será poco, efímero, se acabará en breve. Pero si la devuelven tendrán la satisfacción por siempre de haber ayudado a una madre destrozada.

Por favor, sean policías de Tránsito Municipal (primer respondiente), elementos de Servicios Periciales, o algún automovilista que pasó primero, quien haya tomado la guitarra, se le ruega encarecidamente pueda llamar al número 9611350477, con Claudia Medina. Dios se los va a recompensar, harán feliz a una familia y la felicidad les será devuelta con creces. Garantizado.