PALENQUE Ella perdonó a su violador; él se enamoró de ella

Sus ojos no denotan temor, mucho menos arrepentimiento. Más bien se nota feliz y hasta un tanto enamorado. Los policías que lo detienen y fotografían se muestran desconcertados. Es un caso raro entre tantos de violadores detenidos. Rudy parece satisfecho tras consumar su ilícito.

María, mujer de la tercera edad, fue a misa a la iglesia católica de un conocido ejido del municipio de Palenque. Es una mujer devota que en su vida encarna el cumplimiento de la ley divina, pues ama a Dios y a su prójimo, aunque éste sea su peor enemigo o alguien que le haga daño. Eso aprendió durante los cultos, en la lectura de la Biblia y nunca creyó que lo practicaría pronto.

"Podéis iros en paz", dijo el sacerdote. Todos se marcharon y ante la ausencia de quien cerrara la iglesia, María se ofreció. La pesada puerta era difícil de maniobrar para la mujer. De repente una mano masculina se posó sobre la suya, estremeciéndola de pies a cabeza. Era de noche (20.00 horas). Era Rudy, quien con voz amable ofreció ayudar a María.

Ella accedió. Luego, el joven ofreció acompañar a María a su casa. El camino fue silencioso. Él la miraba con insistencia. Ella apenas lo miraba de reojo, disimuladamente, apenada y temerosa por la soledad, oscuridad y silencio del camino.

El breve camino para él, eterno para ella, acabó al llegar a casa de María. Rudy comenzó a enamorar a la mujer. "No, cómo crees, eres muy joven y yo muy grande, puedo ser tu abuela", le dijo ella.

El amable rechazo de ella fue la chispa que prendió el polvorín de pasión en Rudy, que sacó un cuchillo, lo colocó en el cuello de la mujer y en su misma casa la obligó a sostener relaciones sexuales.

Al finalizar el abuso sexual, se miraron fijamente. Otra vez en silencio. Y cuando Rudy esperaba una bofetada o una maldición, recibió un beso en la mejilla y las palabras "te perdono" . El libidinoso sujeto confundió la gimnasia con la magnesia, y pensó que la mujer le estaba correspondiendo, le dio un beso en la boca y reiteró el abuso sexual.

María perdonó la vejación, eso aprendió en la iglesia, pero también sabe que se debe aplicar la justicia y por eso denunció la violación de que fue objeto. La Policía Especializada de la Fiscalía de Distrito Selva, buscó y localizó a Rudy. Lo detuvieron en Palenque. Pero sus ojos no denotaban temor, mucho menos arrepentimiento. Más bien se notaba feliz y hasta un tanto enamorado. Los policías que lo detuvieron y fotografiaron se mostraron desconcertados. Rudy fue recluido en el Cerss 17 “El Bambú”, de Catazajá.