El solo quería celebrar el cumpleaños de su hija. Se esforzó por ahorrar lo más que pudo, sacrificó sus gustos personales para darle a su pequeña una fiesta sencilla, pero inolvidable. El festejo fue inspirado en los Picapiedra. Al publicar las fotos de su memorable acontecimiento, los memes y burlas en redes sociales no se hicieron esperar. Los tildaron de pobres, looser, a "Pedro Picapiedra" le llamaron "fuma piedra".
El señalamiento denostativo por parte de este sector de la sociedad levantó ámpulas y las reacciones a favor de los agredidos verbalmente también se manifestaron.
Hoy más que nunca cobran vigencia las palabras inmortales del benemérito de las Américas, "Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz".
Vivamos en armonía, sin hacer mofa de los demás, pues para ver la paja en el ojo ajeno, primero debemos quitar la viga de nuestro ojo.
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Comprometidos con la verdad, listos para ser oídos, ojos y boca de la sociedad. Espacio para señalar lo malo y reconocer lo bueno.
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