No escatimó recursos para manifestar con hechos el amor que dice sentir. Con gran esfuerzo el joven enamorado ahorró para comprar este enorme oso de peluche.
Con gran esfuerzo lo cargó de la tienda a la calle.
Ningún taxi quería o podía llevarlo por la gran dimensión del oso.
Pero llegó el valiente chófer del taxi con placas 8400 - BHG. Y se las ingenió. Como carro alegórico de carnaval, con poca visibilidad, pero hizo el servicio.
Los taxistas capitalinos se sorprendieron por el atrevimiento de su colega que marcó la diferencia. Unos se rieron, otros lo felicitaron. Unos pocos consideraron innecesaria la muy arriesgada acción.
Ahora el enamorado deberá repetir la hazaña para entregar el detalle a su enamorada.
"¿Quién será el valiente taxista que lo lleve? ¿Cómo le hará la afortunada mujer para llevarlo a casa? ¿Y si su cuarto es pequeño?", preguntan los curiosos que observaron el inusitado traslado.
"Habíamos visto colchones, camas, refrigeradores transportados en taxi, pero nunca un enorme oso de peluche", indicaron los sorprendidos peatones.
¿Y tú, ya tienes tu regalo para este día del amor y la amistad? Recuerda, regala afecto, no lo compres.
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