TUXTLA / Pulmón de Tuxtla, con "cáncer" incipiente

El parque Patricia, un sitio de esparcimiento y solaz, uno de varios pulmones de Tuxtla Gutiérrez y Chiapas, es para admirar, para disfrutar y para proteger. Muchos lo admiran, pocos lo cuidan.

Es más, algunos comienzan a dañarlo y provocan un incipiente cáncer que, de no ser atendido a tiempo, podría acabar en un letal "enfisema pulmonar" extendido.

Las calandrias cantan aún. Sus alegres trinos siguen engalanando la rica atmósfera cargada de oxígeno puro. Son de las pocas aves que están todo el tiempo en el lugar.

El parque Patricia es parte de la reserva ecológica El Zapotal. Fue inaugurado el 27 de diciembre de 1991. Fue remodelado en 2014.

Y el transcurso del tiempo le ha convertido en un "anciano" de 30 años, al que pocos aprecian y muchos ignoran.

Poco a poco es más notoria la ausencia de algunas especies. Escasas ardillas saltan de rama en rama en las copas de los árboles de mango y chico zapote, pero ya no llegan monos, mapaches, iguanas, garrobos, turipaches, ranas, cotorras, zenzontles, chachalacas, gorriones, pijuy y urracas como antes. Sólo hay calandrias e insectos.

El parque Patricia se ubica sobre el Libramiento Sur, entre 1ª y 2ª Oriente, en la Colonia Francisco I. Madero, municipio de Tuxtla Gutiérrez. Durante mucho tiempo fue un sitio muy visitado, hoy son escasas las personas que llegan.

El otrora sitio de esparcimiento y solaz, uno de varios pulmones de Tuxtla Gutiérrez y Chiapas, con flora y fauna para admirar, para disfrutar y para proteger, presenta una manchita de "cáncer" incipiente.

Adentro, en la entrada para que todos lo vean, está colocado el Reglamento general de parques. Pocos lo leen, casi todos lo ignoran. Nadie lo cumple.

"Cuida y conserva el mobiliario urbano", dice en uno de los reglamentos. Una de las pocas bancas metálicas ya tiene una pata quebrada. En el área de juego infantil, sólo un columpio luce bueno para jugar, los otros están rotos o desaparecidos. Unas cadenas oxidadas quedan como evidencia del descuido de usuarios.

Afuera, justo a la entrada del parque, unas manchas de aceite sobre el piso y un ticket de compras en una refaccionaria quedan como evidencia del arreglo de dos motocicletas. Sus dueños agarraron como taller ese sitio.

Ésta es tan sólo parte de la problemática que ya comienza a minar la salud y la apariencia del "pulmón" tuxtleco. En una visita de estudio, alumnos de una escuela secundaria detectaron que el lugar carece de agua potable. Los pozos no se encuentran debidamente tapados, siendo riesgosos. No cuenta con vigilancia por las noches. La contaminación del arroyo es de preocuparse.

Preocupa también que los agricultores dañen el suelo y arroyo con el uso de fertilizantes y plaguicidas en la zona aledaña.

Es deber de todos hacer buen uso de las instalaciones, colocar la basura en los botes, no molestar a los animales, no escribir en las plantas, limpiar el arroyo. Sería bueno implementar al menos tres campañas de limpieza del parque al año.

El parque Patricia es un sitio de esparcimiento y solaz. Uno de varios pulmones de Chiapas con flora y fauna para admirar, para proteger.

Muchos lo admiran, pocos lo cuidan

Es más, algunos comienzan a dañarlo y provocan un incipiente cáncer que, de no ser atendido a tiempo, podría acabar en un letal "enfisema pulmonar" extendido.