Un despachador de gasolina y un peatón persiguieron a un ladrón que se internó en un montaral tras perpetrar el asalto a una mujer en la vía pública. La policía llegó poco después y se sumó a la persecución.
El joven resbala y el alambre de púa por poco le lastima el cuello. Es que al ver la patrulla corrió a pedir ayuda.
Acompañado por un despachador de gasolina, el peatón do dudó un solo instante en perseguir al facineroso.
Jadeante el muchacho pide al policía que lo acompañe. Tenían cerca al asaltante, pero iba armado y tuvieron miedo encararlo.
Sobre el bulevar Andrés Serra Rojas queda la patrulla PC-122 de la Policía Municipal. El chofer y una mujer al bordo esperan.
Los perseguidores regresaron frustrados. No pudieron detener al amante de lo ajeno.
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