TUXTLA / Maestra de kínder maltrata a niña

• ·    Para poner cortina de humo, la educadora acusó a la madre de la pequeña de huir con el dinero de la tesorería, pero en realidad ella ha pedido junta general para entregar cuentas claras a los padres de familia y no se lo permiten.

Una pequeña que fue maltratada por la maestra del jardín de niñas y niños, tuvo que ser dada de baja. La ausencia de la madre de familia fue malinterpretada y una educadora acusó a la tesorera de “huir con el dinero”. Sin embargo no fue así. La progenitora de la niña, ya se acercó a la directora del kínder para pedir una junta general en la que informe de los recursos que va entregar, pero le niegan este derecho.

Pidiendo el anonimato por obvias razones, la quejosa aseguró que su hija asistía al jardín de niñas y niños Fovisste Tuxtla II. Agregó que en su salón de clases, indebidamente había latas de pintura y solvente, lo cual es peligroso.

“Alguien abrió la lata y los niños sin saber que era tóxica se acercaron para jugar. La maestra jaló del brazo a mi hija, le gritó y la sentó por la fuerza, culpándola de haber abierto las latas, lo cual es imposible, pues se requiere de un desarmador y fuerza”.

Al salir de la escuela, la niña se quejó de dolor en el brazo por el maltrato de la maestra. Por ello, la madre de la niña fue con la directora para decirle que daría de baja a su hija. Pidió sus documentos y su material, pero solo le dieron una lapicera y una bolsa transparente.

La quejosa explicó que para lavarse las manos, la maestra que maltrató a su hija  la acusó  (ella es tesorera del Comité de Padres de Familia) de haber huido con el dinero. “No es así, fui a buscar escuela para mi hija, pero todo está en orden y le pedí a la directora convoque a junta general ´para entregarle públicamente el dinero, sin embargo ella no accede”, dijo.

La agraviada lamentó que al saber el motivo de la baja de la niña, la directora solapó a la maestra argumentando que “así es su estrategia de educación” (jalar y sentar bruscamente a los niños) y si grita, dijo, “es porque no oye bien”, dijo para justificar su mal proceder, en vez de velar por el bien de los niños y niñas.

Finalmente, la quejosa reiteró su deseo de que se haga una junta general para entregar cuentas claras y  mostrar que la acusación de la educadora que maltrató a su hija, no tiene sustento.

“Este kínder va a la baja. En total tenía como 80 alumnos, pero se están saliendo por diversas anomalías. En el primer grado solo había 9, pero ya quedan menos”, concluyó.