TUXTLA / DE LA GLORIA… A LA GLORIA

  

 

·   Francisco salió de la colonia la Gloria (donde trabajaba) y fue llevado al fraccionamiento La Gloria (Semefo) para la necropsia.

 

La caída parecía interminable. Los segundos eternos y a la vez veloces, inciertos… fueron los más tormentosos de su vida. Lo llevaron a la temida muerte.

Francisco, de unos 60 años, se levantó temprano. Alistó su equipo de trabajo y su desayuno. Se veía cabizbajo, meditabundo. Raro, le dijeron algunos. Era como un presagio de lo porvenir, sin saberlo.

Como  todo ser humano, tenía sueños, planes, pensaba en lo que haría para la vejez, pues estaba entrando a la tercera edad y no contaba con un plan de retiro, un ahorro que le diera certeza a su familia en su otoñal existencia.

En el trayecto a su trabajo, el Centro de Estudios y Prevención del Cáncer (Covocach) ubicado en la calle San Pedro de la Colonia La Gloria, observó a los árboles que mudaban sus hojas. Ya casi habían caído las hojas amarillas, rojas y cafés. Predominaban las verdes y tiernas. Y suspiró pensando en el ciclo de la vida tan similar.

Francisco participaba en la construcción de una obra de cabina de elevador. El aparato debía subir y bajar. Aunque a todos nos gusta subir, también es necesario bajar, pensaba para sus adentros. Y comenzó a caminar por la orilla de la estructura de concreto donde trabajarían este fatídico martes.  

Al parecer se mareó mientras avanzaba, y se precipitó al vacío. No parecía tan alto, unos cinco metros desde el segundo piso. Pero al caer se golpeó la cabeza. El fondo era de suelo rocoso. Todo fue aturdimiento, entumecimiento, frío y luego oscuro silencio.

Paramédicos y bomberos acudieron al lugar. Mientras bajaban las escaleras con dificultad y sumo cuidado, abrigaban la esperanza de que Francisco aún estuviera con vida. Lamentablemente confirmaron que ya había muerto. Igual de difícil fue el rescate del cadáver con camillas rígidas y sogas.

Peritos de la Fiscalía General del Estado realizaron las diligencias correspondientes, levantaron el cuerpo y lo trasladaron al Semefo ubicado también en la colonia La Gloria. Ahí se practicaría la necropsia de rigor.