TUXTLA DETIENEN A CARTERISTA. TIENE PELO BLANCO, PERO NEGRAS INTENCIONES

 

El hombre agacha la cabeza para evadir la mirada de la gente y las cámaras de los teléfonos. No es vergüenza por lo realizado. Es deseo de anonimato para no ser sindicado por otros ilícitos perpetrados con antelación. Y la patrulla se lo lleva. Todos se preguntan si tardará un poco de tiempo en la cárcel o si lo verán en tres días por el mismo lugar.

Los curiosos se arremolinan en derredor de un hombre que yace tirado en el piso, sobre la acera de la Avenida Central y 1ª Poniente de Tuxtla Gutiérrez. Un policía lo tiene contra la pared. Le han sometido a una revisión corporal y le descubrieron el objeto de la agraviada. Ella lo sindica como quien minutos antes le robó y los policías lo llevan hasta la patrulla.

En el trayecto el hombre esconde la cara. Sus pelos lucen abundantes canas. La experiencia vivida solo ha servido para acrecentar su maldad. Su blanco cabello contrasta con sus negras intenciones: se acuesta y despierta pensando cómo obtener dinero fácil. Hoy intentó hacerlo. Vio a una mujer que caminaba por el Centro de la capital chiapaneca, al parecer había salido de una conocida tienda y banco donde fue a retirar o depositar dinero, la siguió sigilosamente y abruptamente le arrebató lo que llevaba de valor.

La mujer gritó desesperada pidiendo auxilio. Los policías privados de la tienda aledaña actuaron y luego se sumaron los moto patrulleros que andaban cerca. La gente se arremolinó deseosa de dar patadas y puñetazos, pero el deseo fue reprimido por la policía que protegió al facineroso.

Ante la pregunta de los policías a la agraviada si procedería con una querella formal contra el acusado, hubo silencio. Más de uno se contenta con recuperar sus cosas. Antepone el tiempo que lleva ir a declarar y prefiere dejar las cosas en paz. Por eso los presentes se quedaron preguntando si el detenido estará un buen tiempo en la cárcel o lo verán en pocos días de nuevo en las calles. Eso depende de la parte agraviada. Con demanda ante la Fiscalía General del Estado se puede recluir al detenido en el penal estatal. Sin demanda, solo se remite a la cárcel municipal por falta administrativa.