* El citatorio fue dejado a la entrada de la casa número 123 sobre Circuito Las Casas Oriente entre Covadonga y Malinalco del fraccionamiento La Misión.
Los perros ladran con insistencia ante la presencia policiaca por la muerte de una perrita en la casa aledaña. Es como si supieran del ilícito en agravio de su semejante y se solidarizaran elevando sus gritos para exigir justicia. Ellos no pueden hablar, pero Claudia Cisneros, sí; una rescatista de animales de la calle. Y ella firma como testigo. El citatorio ha quedado en la puerta de la casa. La mujer sindicada deberá comparecer mañana. La ley se aplicará.
Asegura que incluso le ofreció dinero a la dueña para que le diera la perrita y no siguiera sufriendo. No quiso.
La Policía Municipal ha llegado al lugar para apoyar al personal de la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud Municipal de Tuxtla Gutiérrez. Sobre el cofre de un auto, la licenciada llena el citatorio y el expediente abierto con motivo del primero, con base en la denuncia número SSM/DPCRS/FD/M/130/2021. Se cita a comparecer a la sindicada mañana 6 de abril a las 9:00 horas
Gladis, la vecina, queda un poco más tranquila, pues ve que se está aplicando la ley.
Claudia Cisneros, de la agrupación “Huellas Chiapas”, se suma al clamor de justicia por éste y otros casos no visibles. Y adelanta que lucharán para que las penas por maltrato animal se endurezcan, pues solo de este modo tal vez se frenarán los abusos, malos tratos y hasta muertes como en este caso.
Los perros dejan de ladrar. La patrulla PC 568 se ha retirado. La perrita muerta queda sola, colgada, rodeada de tortillas tiesas, sobre un charco de sangre seca, heces fecales y latas de cervezas como reveladores indicios del abandono a que fue sometida y de la apatía de quien se creyó dueña de una vida, segándola de tajo con crueldad.
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