Su cabello enmarañado le cubre parcialmente el rostro. Es fiel reflejo de la vida desordenada que lleva, si a eso puede llamarse vida. Más bien sobrevive. Equivocó el rumbo y en vez de pensar en los demás, piensa en sí mismo. En vez de ayudar a otros, los perjudica. En vez de trabajar, roba. Hoy casi lo linchan.
Esta mañana un comerciante de la colonia Cruz con Casitas, al norte oriente de la capital chiapaneca fue afectado. El solitario ladrón irrumpió a su tienda de abarrotes. Lo amagó con un cuchillo y se llevó el efectivo producto de las ventas.
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