TUXTLA PROHIBIDO MULTAR CON MOTIVOS SOTERRADOS

* "Sólo aplicamos el Reglamento”, dice el comandante, pero en realidad con los numerosos discos de no estacionarse buscan favorecer a los estacionamientos públicos y captar ingresos para el Ayuntamiento.

“Sólo aplicamos el Reglamento”, dice el comandante que encabeza el operativo, mientras sus agentes quitan placas a la velocidad de la luz, sobre la avenida Juan Sabines, frente al mercado San Juan. La misma acción la realizan en varias partes de Tuxtla donde hace poco instalaron discos de "no estacionarse”. Entre los argumentos de los oficiales subyace el verdadero motivo que nadie dice ni reconoce.

La 1ª Norte entre 2ª y 3ª Oriente, frente a las oficinas de Tránsito Municipal, luce casi libre. Antes estaba llena de autos estacionados, a pesar de los señalamientos de "no estacionarse". Incluso un oficial de vialidad la hacía de "viene viene" . Pero ya no más. Se han reivindicado.

Y con un disco restrictivo colocado metros adelante se sacaron la espina y retomaron su celo para infraccionar. Sobre la 1ª Norte, entre 3ª y 4ª Oriente, casi al final de la cuadra, se instaló el señalamiento que prohíbe estacionarse en esa vía. Casi nadie lo ve y caen en la trampa. A los que tienen la suerte de ver a la oficial femenil que se la pasa comiendo en un local cercano, reciben la indicación de moverse e ir al estacionamiento cercano.

"Ya salió el peine", dice el taxista que espera a un familiar en el lugar y ya fue amonestado dos veces por la agente femenil. La intención es presionar a los automovilistas a pagar uno de los dos estacionamientos públicos aledaños. "Seguro hay convenio con ellos", dice el taxista. No está muy lejano de la realidad.

En el gobierno municipal de Yassir Vázquez, con su obra "Que viva el Centro" amplió las aceras y redujo las calles para que no pudieran estacionarse los autos, con el fin de que fueran al estacionamiento subterráneo debajo de la plancha del Parque Central. No funcionó. Desde entonces no quitan el dedo del renglón e insisten con desesperadas medidas.

“Sólo aplicamos el Reglamento”, dice el comandante que encabeza el operativo, mientras sus agentes quitan placas a la velocidad de la luz, sobre la avenida Juan Sabines, frente al mercado San Juan. "Sí, pero les falta criterio al colocar los señalamientos", le revira un ciudadano al recordarle que sin sentido colocaron discos frente al hospital del ISSSTE en libramiento Norte.

En efecto, familiares de pacientes internados en el nosocomio que llegan a consulta no pueden dejar sus autos estacionados sobre la vía pública, pues está prohibido parquearse en el lugar. Cientos han sido infraccionados ya. Y aunque el argumento trillado es “Sólo aplicamos el Reglamento”, la ciudadanía sabe la verdadera intención.

Cerca del nosocomio hay un estacionamiento en la parte trasera de la plaza Ámbar, donde se paga para estacionarse. Es la única opción más cercana. Por otro lado, con las elevadas multas captadas las arcas municipales se engordan.

¿Y si la ciudadanía prohíbe a los agentes de Tránsito infraccionar con motivos soterrados?