CHIAPAS /Epidemia de chaquiste

Sálvese quien pueda.

"Ya no aguanto más, por favor que fumiguen, que alguien haga algo", dice la mujer desesperada que vive en Fraccionamiento Jardines del Grijalva, en Chiapa de Corzo. La misma expresión es en todos lados: hay una epidemia de chaquistes en Tuxtla y sus alrededores.

Los ceratopogónidos, también conocidos como beatillas, "chinches" chupadoras y, en algunas partes de México, como chaquistles o chaquistes, son una familia de pequeños dípteros nematóceros de 1 a 4 mm de longitud. Chiquitos, pero latosos.

"Esto ya no es vida", dice alguien en su publicación de Facebook, "parezco un dálmata, pero en rojo", publica otra persona. "Pido donadores de sangre, los chaquistes me dejaron ya sin una gota", dice otra. Son diversas expresiones, algunas en tono de broma, pero la realidad es que hay una tremenda plaga de chaquistes en todos lados, y eso aparte de incómodo puede ser factor de enfermedad.

De día y hasta de noche, sea afuera o dentro de la casa, en la calle, en la escuela, en cualquier lugar, niños jóvenes, adultos, ancianos están siendo víctimas de los continuos piquetes de los mosquitos.

Las madres están comprando mallones para sus hijas y así protegerles la parte de la pierna o algunos están usando pantalones y mangas porque no respetan, incluso pican en las partes superiores del cuerpo. A varios les han entrado a la boca nariz y oídos.

"Es raro que estén apareciendo en esta época", dice una señora mientras espera a su hijo afuera de la escuela. "Antes aparecían en verano, en junio julio, nunca en diciembre, con el frío deberían ahuyentarse, ni siquiera está lloviendo, ¿por qué hay tanto chaquiste?" se pregunta.

Independientemente del motivo que esté originando esta plaga, la ciudadanía coincide en que alguien debe hacer algo, en este caso el sector salud